Hoy me levanté con ganas
hasta que reconocí tu olor
tras la puerta de servicio,
he debido ser más listo
y escapar así al dolor.
Sempiterna compañera,
siempre vuelves sin piedad.
Pero no puedo quejarme
ya es muy duro preguntarme
si podría ser peor.
Y cuando te digo te quiero
tú siempre respondes bla bla bla bla.
Y cuando me acurrucas tiemblo,
bla bla bla bla bla
Me has desordenado el día,
siempre vuelves sin piedad.
Y lo que siento al tocarte
no es lo mismo sin besarte
y me muero si no estás.
Por Ormuz
Comentarios