Beth

Chino dijo al fumar: dicen que en Madrid no se está tan mal.
Laura se inyectó un gramo de alquitran y se echó a bailar.
Yei pidió soñar, hasta reventar, y la vi volar.
Lourdes se enamoró de la luna llena de Portugal.

Y yo me llamo Beth,
cada vez que me ves.

Carlos huyó hacia el mar, buscando la sal por necesidad.
Tony me abandonó por un par de rubias sin pestañear.
Rub me hizo dudar, pero levó anclas y a navegar.
Alfon aceleró hasta el fin del mundo y rompió a llorar.

Y yo me llamo Beth,
cada vez que me ves.

Por Ormuz

Comentarios