Ejercicio de introducción a una obra teatral

Narrador: Bienvenidos sean los soñadores, los artistas, los creadores… (Pausa)… mal hallados los despiertos, los realistas, los rectos…

Permítanme que alabe y que critique; el que se ofenda ya puede irse y el que sonroje sus blancas mejillas que no se quede; pues ya saben sus distinguidas señorías – que lo son por boca de otros que dicen serlo- que mi ingenio supera sus deseos, o por lo menos deberían saberlo.

¿Hay acaso alguien más locuaz y preciso que el que narra una obra? ¿Quién piensa lo contrario? ¿Quién osa?... ¡Qué alce su mano!... ¡No! Mejor guarden a la protagonista de nuestra evolución y denle un uso más sacro (Hace la señal de la cruz invertida)… y pobre de los mancos ¡Parias de circo mal olvidados ¡

Ahora disculpen (Reverencia) señores y señoras de buen gusto, no quisiera que tan culto público censurara su vista y sus oídos a aquello por lo que han venido, y por lo que más de un caballero con… talento (irónico) se ha quedado dormido, traspuesto. Más debido a su falta de conocimiento que a la de sueño. Pero… pájaro de mal agüero es el que falta sin ser consigo mismo…sincero; aquel que ignora viga en su ojo por paja en el del otro…ajeno.
De tal modo, de tan mal sino, yo saludo (mano en alto con palma hacia el frente), me inclino (reverencia) y sigo (se gira, se endereza, y da la espalda).
Buen pajar me haría yo con sus defectos (susurra aún de espaldas)
(Se vuelve y comienza la obra).

Por Ormuz.

(Fecha de publicación real en anterior espacio: 08-Mar-07 a las 9:00)

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