El dolor que te debo

El dolor que te debo interminable.
Ya fuera nuestra herida desnudada,
si el tiempo congelando tu mirada
permita tu presencia inagotable.

El dolor que te debo insoportable,
Recuerdo de algazaras silenciadas,
intenso manque nadie entienda nada:
no hay duelo que haga tu alma reemplazable.

No encuentro luz en mundos verdaderos
que alumbren cual la noche me confiere
pues sólo el sueño es cierto y valedero.

Si verte en duermevelas me ofreciere,
no miento cuando digo que prefiero
dormir eternamente si pudiere.

Ormuz



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