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La habitación de Ormuz

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Arderemos (o de la inevitabilidad del haiku)

agosto 14, 2019

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Hoy arderemos.
Solo por obligación
pero arderemos.

Ormuz

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Ayer soñé contigo, en disolución de iones de plata que tendían a infinito, en enlaces covalentes que robaban mi negatividad, en espacios trigonométricos tridimensionales. Conceptos imposibles que se hacían realidad en mi REM. Luego desperté, y de la densidad del aire vencí el rozamiento para cumplir con Newton y dejarme atraer por ti a la velocidad de la luz, sin envejecer. Porque soñé contigo. Contigo, y no acerca de ti. Por Ormuz

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