Winny de Puh

- Yo tengo mi propio Winny de Puh...

- ¿De verdad? ¿Con tarro de miel y todo?

- No, no es una réplica del Winny de Puh de Christopher Robin. Es un osito de peluche de cuando era bebé, en cierto modo es mi Winny de Puh, aunque nunca me ha hablado ni yo con él; pero aún lo conservo

- Ah... Que enternecedor....



- No me jodas compadre, no se trata de eso... El caso es que me recuerda a todas esas cosas que alguna vez fueron importantes para uno y un día desaparecen sin más.

- Eso es por que dejan de serlo y al no valorarlas se pierden en el fondo de alguna caja en un trastero

- Sí, pero inevitablemente vuelven a tu memoria de manera recurrente.

- Creo que veo por donde vas... pero me temo necesito un ejemplo ilustrativo....




- De pequeño tenía una bolsa de bolindres. Era rosa palo, de pana gastada, con un cordel negro corredizo que la cerraba... Quizás me la hiciera mi madre, pero no lo sé con seguridad. En ella guardaba mis canicas más preciadas, las que nunca me jugaba en una partida por miedo a perderlas... Y aunque las guardaba como un tesoro no las recuerdo a ellas, pero sí la bolsa y su tacto... Es extraño...





- ¿Extraño? ¿Por qué?

- ¿Dónde van las cosas que se pierden para siempre?

-......





- No, en serio ¿Dónde van?
Ormuz

Comentarios